El 4 de diciembre de 2000 la Asamblea General de la ONU, ante el aumento de los flujos migratorios en el mundo, proclamó el Día Internacional del Migrante. Diez años atrás, en ese mismo día en 1990, la Asamblea ya había adoptado la Convención internacional sobre la protección de los derechos de todos los trabajadores migratorios y de sus familiares.
El principal motivo de la migración es la posibilidad de
encontrar un trabajo de calidad y bien remunerado, por ello la migración se
intensifica cuando aumentan las diferencias de ingresos entre los países. A
este fenómeno también le influye el hecho de que los países más ricos requieren
de mano de obra que difícilmente pueden cubrir con residentes locales, y
entonces necesitan la presencia de inmigrantes que puedan encargarse de
realizar cierto tipo de tareas. Al aumentar la población activa y el número de
consumidores y aportar su capacidad empresarial, los migrantes impulsan el
crecimiento económico en los países de acogida.
Hay otros motivos para el aumento de la migración: cambio
climático, demografía, inestabilidad política o social. Este fenómeno ha
existido siempre y seguirá existiendo, así que los esfuerzos se centran en la
cooperación internacional para que se protejan los derechos humanos de todos los
implicados y para que se genere riqueza.
"En la actualidad, el número de personas que vive en un país distinto del que nacieron es mayor que nunca: 272 millones en 2019 – 51 millones más que en 2010. Los migrantes internacionales comprenden hoy un 3,5% de la población mundial, cifra que continúa ascendiendo con respecto al 2,8% de 2000 y al 2,3% de 1980."
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